El uso de la informática como herramienta de ayuda
a la medicina es una realidad en auge. Desde tiempos antiguos muchas de las
actividades humanas se han basado en la repetición, a veces muy gravosa, de
actos o cálculos y del mismo modo que se inventaron operaciones matemáticas
básicas para simplificarlas, surgió la necesidad de mejorar las limitadas
prestaciones que ofrece la mente del hombre para calcular, a medida que las
diversas ciencias se hicieron más complejas 244 - 246.
El manejo de la información es algo integrado en
la practica clínica. Médicos y pacientes interactúan en una compleja matriz de
información. El médico es un "manipulador" de la información en el sentido de
que la adquiere, la procesa, almacena, revisa y la aplica en relación a la
historia y evolución del paciente, a la realización de protocolos diagnósticos y
terapéuticos, al establecimiento de patrones poblacionales de enfermedad, al
funcionamiento del sistema sanitario y al amplio almacén de literatura médica
publicada. Pocas cosas en la relación médico paciente y en el trabajo sanitario
en general, no están relacionadas de alguna forma con la obtención, el
procesamiento y la aplicación de la información, junto a tareas de comunicación
–ej. obtención y registro de la información procedente del paciente, de su
historia, de la consulta con otros especialistas, de la literatura médica, la
selección de los procedimientos diagnósticos o terapéuticos, la interpretación
de los datos de laboratorio, o la recolección de datos con fines de
investigación- que en no pocas ocasiones desemboca en una "crisis de ansiedad"
secundaria a este océano de información en el que a veces nos encontramos
incapaces de encontrar la necesaria para la situación particular de nuestro
paciente. La selección adecuada de los conocimientos científicos, su
interpretación y su aplicación a la toma de decisiones en medicina, es un
complejo proceso relacionado con el manejo de la información y con las tareas de
comunicación 245.
Por estas características de la medicina, se van
utilizando de forma cada vez más profusa, las ventajas de la informática en un
entorno caracterizado por el aumento del número y la complejidad de las
especialidades médicas, mayor disponibilidad y prestaciones de los ordenadores,
precios más asequibles, mayor familiaridad médico - máquina, necesidad de
guardar y transmitir gran cantidad de información y la presión socioeconómica
que demanda una mayor eficacia en la gestión de los recursos 247 -
249, a pesar de las reticencias iniciales basadas en la rigidez de los
lenguajes de programación, interfaces poco amigables 250, la propia
inercia o la malentendida contraposición informática – humanismo, entre otras
razones 251. La tecnología de la información actúa sobre la forma en
la que los datos del paciente son recogidos y analizados, sobre la comunicación
con otros colegas o especialistas y sobre la literatura biomédica a la que se
accede y en la que se basa nuestra toma de decisión clínica
252.
Las actividades en las cuales el ordenador puede
colaborar con el personal sanitario, son muchas y podrían agruparse en tareas
técnicas, de formación 253, administrativas y de gestión. Su uso en
la mayoría de instrumental médico moderno facilita el análisis de datos, ondas,
imágenes etc. permite utilizar de forma sencilla y eficiente técnicas complejas,
como son la monitorización, análisis electrocardiográfico, TAC, resonancia
magnética... Ampliamente se han utilizado en admisión, administración,
bibliotecas, acceso a literatura médica, estadística e investigación,
contabilidad y facturación, y en servicios de farmacia y laboratorio 254,
255, en menos casos se ha utilizado en medicina general 256,
257, medicina crítica 258 - 267 y con menor éxito se ha
dirigido a la ayuda en la decisión médica, permaneciendo como proyectos o
curiosidades el uso de programas dirigidos a la misma 245, 268 - 271,
a pesar de demostrar muchos de ellos, que se mejora la calidad del cuidado al
enfermo, el control del mismo, se facilita la investigación, el análisis de
datos, la administración y el control de gastos 272 -
276.
La informática médica se va convirtiendo cada vez
más en una nueva disciplina que pretende relacionar el contenido de la medicina
con el de la tecnología informática, en un campo interdisciplinario para cuyo
desarrollo se requiere un conocimiento básico de la ciencia médica, estadística,
epidemiología, ciencias de la decisión, economía de la salud, ética médica y
conocimientos de informática, que en el futuro producirá un cambio lento pero
progresivo en la naturaleza de la actividad médica, por lo que es preciso el
adoptar estrategias administrativas y académicas que de una forma ordenada y
progresiva promueva la integración de las tecnologías de la información dentro
de la practica médica 245.
Las primeras aplicaciones desarrolladas fueron
dirigidas a resolver tareas (task-oriented) centradas en ciertos servicios o
departamentos, siendo sus típicos usuarios secretarias o técnicos empleados para
la introducción de datos, usándose sobre todo con fines administrativos,
análisis financieros, manejo de bases de datos, sistemas de información de
laboratorios o servicios de radiología. Estas aplicaciones han tenido un gran
impacto desde el punto de vista administrativo o de organización, pero no están
dirigidos a las tareas propiamente médicas, aunque han contribuido a reducir el
tiempo dedicado a acceder a este tipo de datos. Posteriormente el mayor
beneficio para la actividad propiamente médica ha sido la posibilidad de acceder
a la bibliografía médica de una forma rápida mediante la aparición de las bases
de datos bibliográficas inicialmente en cederrón y actualmente a través de
INTERNET y en los últimos años, se intenta realizar aplicaciones informáticas
que vayan dirigidas a resolver problemas (problem-based), más cercanas a la
práctica médica, pero que encuentran problemas basados fundamentalmente en la
ausencia de comprensión de cual es el proceso que seguimos los médicos para
tomar una decisión y en la forma de representar el conocimiento y el proceso de
razonamiento dentro del ordenador 268.
En los últimos años van añadiéndose nuevas
aplicaciones informáticas a la medicina, como son las publicaciones electrónicas
biomédicas, la telemedicina, impulsada por el auge de INTERNET y su World Wide
Web y los registros informáticos de la historia clínica 277. Estos
últimos fomentados sobre todo en sistemas privados por el pago por servicio, que
obliga a un gran detalle de las actuaciones médicas para identificar el coste –
beneficio, precisando crear registros informáticos de alta calidad. La
telemedicina es quizá, la que más ventajas aporta y con la que se puede obtener
reducción de costes, al poder establecer comunicación con lugares lejanos del
mundo, gracias a INTERNET y a los satélites de comunicación, evitando
desplazamientos innecesarios y comunicaciones rápidas entre médicos, otros
miembros del sistema sanitario e incluso los propios pacientes
255.
La informática ha introducido una nueva dimensión
en el pensamiento humano, haciendo reales los sueños de hace unos pocos años. No
obstante, las aplicaciones informáticas para el manejo clínico del paciente
siguen estando en el campo de los proyectos, con honrosas excepciones,
existiendo pocos sistemas que sean operativos de una forma generalizada. Los
avances en esta tecnología y en el desarrollo de redes de información van a
permitir una reducción de costes y un aumento en la calidad del cuidado de
nuestros pacientes. El cambio en la enseñanza de las ciencias médicas permitirá
entender al ordenador como una importante herramienta de trabajo, que además
permitirá cambiar la actual forma memorística e intuitiva de la actuación médica
a una forma basada en una estructura con una mayor base de conocimientos, un
proceso analítico de los mismos y una mayor eficacia en la toma de
decisiones 245.
El médico no solo no quedará relegado por el
ordenador sino que liberado de sus tareas más repetitivas y tediosas, pasará a
ser el eje sobre el que se apoye todo el soporte informático, al actuar como
selector y controlador de los datos de entrada, creador de los protocolos y
algoritmos que éste seguirá, interpretando, además, sus resultados y por lo
tanto siendo el máximo responsable del sistema 248,
249.
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